miércoles, 28 de enero de 2009

Obama y una señora de Lérida

El otro día, seguro que como otros muchos, vi a Zapatero en "tengo una pregunta para usted", y aparte de otras muchas preguntas y respuestas interesantes, hubo una que me llamó la atención. Fue la de una mujer de Lérida, camionera si no recuerdo, que le propuso al presidente del gobierno una medida para matar dos pájaros de un tiro: el paro y la saturación de la justicia.

Lo que propuso esta mujer, dando síntomas de tener una capacidad intuitiva mucho mayor que grandes jerifaltes y profesionales del consejeo político, era que se crearan puestos de trabajo de refuerzo dentro de los distintos juzgados y otras oficinas de la administración de justicia. No es para nada algo desabellado ni que requiera de un cambio legislativo. Pues estamos hablando de meros trabajos, que no creo que debieran ser perennes, pero sí muy relevantes a corto plazo.

Estos serían unos sencillos contratos de trabajo al estilo interino, por los cuales gente desempleada pudiera desempeñar una mera labor administrativa, de seguridad o sencillamente de habilitar más y mejores oficinas. La justicia necesita medios, tanto materiales como laborales, y muchos de esos medios laborales no requieren una experiencia o estudios especiales. No dudo que ampliar la plantilla de jueces mejore la cosa, pero quizás haga más ampliar la plantilla de secretarios, ordenanzas, administrativos encargados de pasar a ordenador notas, gestionar bases de datos y otro sinfín de labores vinculadas con el papeleo, para así evitar la obstrucción de los juzgados, muchas veces en el sentido literal, ya que los documentos repletan los pasillos. De este tipo de contratos-desatascador temporales se pueden beneficiar miles de desempleados que, en un futuro, debido a su obtención de experiencia, puedan formar parte de una más permanente y ampliada administración de justicia.

Con esta sencilla medida se consiguen varias cosas: reducir el nivel de desempleo, aumentar el consumo (más gente asalariada, más consumo), mejor reparto de la Seguridad Social, desatascar la justica y sobre todo, callar a unos hipócritas jueces que funcionan en gran medida como un gremio corporativo que ha buscado el oportunismo más oscuro para demandar algo que pudieron haber pedido antes.

Por otro lado, en el título también hablo de Obama. Y es que él, al igual que la mujer de Lérida, ha usado su sentido común para salir de la crisis y mejorar otros aspectos: la inversión en infraestructura limpia. Ya lo comenté en otro post, pero es que es una idea tan sencilla y útil que parece un insulto a la humanidad en general por no haberla planteado anteriormente. Al igual que se hizo para salir del crack del 29, una pieza clave que tienen los gobiernos es el de el gasto público en inversión para infraestrcuturas. Es decir, en tiempos de crisis, construyamos presas, autopistas, trenes, juzgados. Pero también aprovechemos para mejorar otras cosas, como el medio ambiente. Por ello, que el gobierno invierta en la construcción de centales solares, termosolares, eólicas, presas pequeñas, etc. Así se genera empleo y se reduce la contaminación, aparte de reducir la dependencia del fluctuante y cada vez más caro petróleo, con lo que ello conlleva. Así, además, todos aquellos que no pudieran verse beneficiados por los contratos en justicia, pueden trabajar en estas construcciones.

¿Estas dos medidas implican mucho gasto? Sí que lo implican, pero los efectos son favorables en todo caso, y a su vez se consiguen los mismos efectos en el mundo financiero que eso de avalar a los bancos, ya que si la gente gana dinero, lo meten en su nómina, los bancos tienen más liquidez y entonces pondrán (o deberían poner) menos trabas para otorgar créditos.

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