lunes, 16 de marzo de 2009

Cierre de relaciones con Israel

Y ahora resulta que el señor Lieberman va a ostentar (y detentar) la cartera de exteriores en el país donde ese ministerio es el más importante. Un fascista reconocido, un agresivo populista líder, racista y retrógrado va a ser la cabeza (vacía) de la "diplomacia" israelí.

Si ya costaba tragar con los actos del gobierno de la derecha "moderada" de Kadima, el nuevo gobierno de coalición de la rancia derecha del Likud y el nazisionismo de Lieberman va a ser un verdadero gobierno despótico, tiránico y terrorista. ¿Cómo pueden darle el ministerio de exteriores a alguien que ha afirmado públicamente que echaría a patadas a cada árabe residente en Israel, y que probaría el arma nuclear en Gaza? ¿Cómo puede entrar en un gobierno un partido, cuyo tercero al mando se le acusó de colaborar con el terrorismo judío de Kahane Chai? Sincerente, me recuerda a lo que pasó al otro lado del muro de la vergüenza, cuando Hamás entró a gobernar en Palestina. Cuando eso ocurrió, ningún gobierno occidental reconoció su mandato por no considerárselos portavoces del asunto palestino. Eso es algo que no veo tan mal, pero siempre que se haga en todos los casos.

Y si se parece a esa situación, no debería responderse igual? Vale que directamente no han matado aún a nadie, pero seguro que si llegan a ese poder lo harán. ¿No se hizo también un bloqueo a Austria durante los gobiernos de Haider? Esta situación es igual o peor que aquella, y ni un solo político occidental ha dicho nada al respecto. Sinceramente, la situación en la zona va a ser crítica con una persona de tal calado en el rol de jefe de la diplomacia israelí. Más bien, es la muerte de la posible diplomacia israelí, sucumbida bajo el tétrico poder del populismo reaccionario y racista de este ser tan despreciable.

¿Se merece la Humanidad que por culpa del afán de poder de este señor tenga que morir miles de personas, de ambos lados (aunque ya sabemos quiénes son las verdaderas víctimas)? ¿Se merece este personaje un trato mejor que Hamás? Evidentemente, no. El tiempo, si la comunidad internacional no reacciona, nos dará la razón a los más pesimistas al respecto de las actuaciones de este personaje. Por ello reclamo una suspensión de las relaciones diplomáticas y comerciales con Israel mientras este terrorista en potencia ostente dicho ministerio. No esperemos a que use el arma nuclear contra Gaza o abra una guerra contra irán.

jueves, 5 de marzo de 2009

Medidas para la crisis (II)

B. Una vez analizada la pieza clave, el pilar de todo nuestro tinglao, es hora de ir desgranando las consecuencias que ha ido provocando. Ya que se ha visto que una Ley del Suelo más flexible no es la solución, sino que solo ha servido para cargarse el entorno natural español, y la urgente necesidad de un control público del mercado inmobiliario, ahora toca echarle el ojo a los problemas causados por el (des)empleo en el sector de la construcción.

No cabe duda que este ha sido la fuente de maná de generación de empleo, llegando a cotas que rozaban el pleno empleo, incluso con una exponencialmente creciente inmigración, que era absorbida en gran medida por este sector tan falseado, tan engordado por aire puro. Creo que no soy el más adecuado para tratar este tema, ya que hay mucha, muchísima más gente que sabrá la basura que ha sido esta política de laissez faire laboral, en la que ni una sola administración pública intentó redirigir toda esa mano de obra hacia otros sectores menos fluctuantes, más estructurales y más tendentes hacia un empleo de calidad y de duración, como la industria de media-alta tecnología o sectores innovadores como las energías renovables.
  • ¿Por qué ninguna administración ha puesto algo de su parte? Porque la construcción es una fuente de ingresos fundamental para los ayuntamientos. Existe un impuesto municipal conocido como Impuesto de Plusvalía que estaba manteniendo al 99% de los ayuntamientos de este país. De ahí que todos los pueblos, desde Villatempujo de Abajo a Madrid, no hayan parado de construir y de promover más y más construcciones, porque con cada venta de un inmueble se estaban llevando un porrón de dinero. De ahí la pasividad municipal, y indirectamente de todas las administraciones: impuesto que se basa en la construcción y la transmisión de inmuebles + ley del suelo que considera todo urbanizable = codicia municipal. En añadidura, todos los problemas de corrupción urbanística.
  • ¿Cómo resolver este punto? Bueno, pues con una Ley del Suelo más exigente y con unos Informes vinculantes de las altas administraciones -inlcuyendo la UE-, ya no solo de la viabilidad ambiental, sino de la necesariedad como uso vivienda de todas esas nuevas casa incluidas en algún plan de ordenación urbana. Y si hace falta destruir, que se derrumben casas. Nada de "hechos consumados".
  • Por otro lado, a las administraciones públicas (ni privadas) no les ha preocupado el problema de dónde trabajaba la gente porque la gente trabajaba. Menos quebraderos de cabeza. ¿Para qué preocuparse del tipo de trabajo que hace la gente, si tienen un trabajo? Pero yo me pregunto: si hay alguien en este país que debiera pensar en el control de dónde curra la gente, ¿no son las Administraciones Públicas? Tampoco quiero decir que el gobierno nos diga en qué debemos trabajar, pero ha de ser el promotor de crear incentivos de toda índole para dirigir el empleo hacia donde se considere relevante. Y eso no se ha hecho.
Estas piezas, esta dejadez de gobiernos de todo partido (PP, PSOE, IU, nacionalistas), por culpa de una normativa favorable a la construcción es la culpable de haber inflado la burbuja inmobiliaria y, con ella, el sector laboral de la construcción.

Pero ¿qué hacer ahora para que esto no vuelva a ocurrir? Dos políticas fundamentales: mejora clara del sistema educativo y promoción de sectores punteros, que vayan desde la industria ambiental a la biotecnología, pasando por industria avanzada de marca propia. Esto lo dejaré para una tercera parte

domingo, 1 de marzo de 2009

Medidas para salir de la crisis (I)

No soy un experto en economía. No curso estudios económicos, sino de derecho y políticas, y mi opinión como sabio en la materia no debe tener mucha validez. Sin embargo, me apetece. Quiero gritar en mi humilde opinión lo que considero puede ser un canon de medidas, una especie de compendio de soluciones que van soltando poco a poco los grandes expertos en la materia. Pero quizás no debería decir de cómo salir de la crisis, sino más bien una vez fuera, qué hacer para evitar otra crisis en España. Para ello voy a intentar organizar mis propuestas en distintos apartados separados por temas, que supongo haré en más de un post.

A. Comenzaré por una de las piezas clave de la crisis, especialmente en lo que concierne a la economía española: la vivienda como inversión. Ya comenté en otro post que el problema de la vivienda ha sido convertirla en una forma de inversión, en un instrumento de especulación a largo plazo. Eso se ha debido a las fáciles condiciones que ha habido para construir viviendas sin mucho control que digamos. Por qué se han construido tantas casas se debe a tres grandes factores:
  1. La Ley del suelo que creó el Partido Popular en 1998 permitía convertir en casi todo el territorio español en urbanizable y urbano, siendo la excepción las zonas protegidas. Su intención era, o al menos eso decían, que con una mayor oferta de suelo urbanizable bajaría el precio del suelo. Sin embargo ocurrió todo lo contrario, porque al haber tal cantidad de demanda de suelo para construir pisos destinados a la especulación, y no al uso vivienda, los precios siguieron subiendo por una sencilla razón: subió la oferta (que tiende a reducir el precio), pero la demanda subió mucho más (que tiende a subir el precio). Esto se debió fundamentalmente por la ausencia de controles en las construcciones y en los usos de esos pisos. ¿Qué hubiera pasado si esta Ley del suelo hubiera sido más restrictivia? ¿Que hubieran sido más caros los pisos? No, porque al no haber tanta oferta, los precios subirían más rápido, cosa que ahuyentaría a los especuladores, y por lo tanto el precio habría subido más deprisa, pero mucho menos. Además, como medida extra, no nos hubiéramos cargado el litoral mediterráneo y atlántico, algo que tendremos que llorar para siempre por culpa de una sedienta horda de avariciosos.
  2. La perspectiva de un inmensísimo territorio que explotar y en el que construir era algo que a las entidades financieras les parecía un negocio redondo. Los bancos vieron las gallinas de los huevos de oro en este mundo, pero no porque ellas construyeran, que también, sino porque les iba a permitir conceder más créditos con los que, mediante intereses, se van forrando cada vez más. De ahí que los bancos emitieran créditos a tan largo plazo. A esta creciente demanda de comprar casas, los bancos respondieron con una adecuación clara a su favor. En vez de cerrar el grifo y así espantar especuladores, cada vez ponían más facilidades en un mercado que cada vez era más inestable, donde los precios se iban volviendo abusivos a marchas forzadas, y todo por la facilidad que tenían los especuladores de obtener dinero para comprar casas. Esos especuladores con dinero engordaban la bolsa de demandantes de vivienda, y volviendo a lo mismo, al subir la demanda, sube el precio, hasta que este se volvió insostenible. Si hubieran sido más realistas y no tan avariciosos, esto se podría haber parado hace tiempo, pero esto ya lo comenté en otro post con mayor consideración.
  3. Pero no toda la culpa es de especuladores y de bancos, sino también de una apatía por parte de las instituciones públicas para regular el uso vivienda de los pisos. Así es. A muchas instituciones públicas les venía bien que la construcción tirara del empleo y de la economía española mientras ellos estuviesen en el poder, porque eso significaba que hasta las próximas elecciones todo iba a ir bien. No interesaba cortarle las alas a esa gallina de huevos de oro, y de ahí la ausencia total de medidas tendentes a asegurar la construcción de pisos para uso vivienda, y no para usos especulativos y de inversión. Si se hubieran construido muchas más VPO's a precio de coste o a poco más, veríamos cómo los precios de los otros pisos hubieran bajado (al haber oferta barata, por la regla de la competitividad, los otros ofertantes bajan el precio también). Además, si le hubiéramos añadido una subida en el IRPF en la partida encargada de gravar las viviendas desocupadas, habríamos espantado a los especuladores, y por lo tanto haber reducido la demanda, lo que provoca no subir los precios. Muchas más medidas, tales como una mayor control de transparencia en las cuentas de las constructoras hubiera servido además para ahuyentar de este sector estratégico al blanqueo de dinero, principal motivo de la especulación urbanística en este país.
Este es solo uno de los problemas de la crisis económica que se pudiera haber evitado, y que se debe de controlar para posibles efectos futuros. El próximo día trataré el tema de la construcción como sector del empleo