jueves, 5 de febrero de 2009

La Europa de la extrema derecha

Años 30. Una terrible crisis económica azota el mundo entero. Estados Unidos, con un magnífico presidente responde con medidas keynesianas destinadas a recuperar el empleo. Los países de Europa intentan recuperarse a costa del vecino. Primero Francia explota los recursos de Alemania, luego Alemania invade sus países colindantes, y esa cadena desembocó en la peor guerra que se ha visto en este planeta.

Casi años 10 del siglo XXI. Una terrible crisis económica azota al mundo entero. Estados Unidos, con un magnífico presidente responde con medidas keynesianas destinadas a recuperar el empleo. Los países de Europa están muy unidos entre ellos, aunque comienza a resquebrajarse la paz social. Las causas, similares. Un sector de la población con menor nivel de educación y con empleos más volátiles culpa de su desempleo a aquél que no considera su hermano, sino el extraño. El que fue su colaborador ahora es su rival. Oradores demagogos aprovechan la coyuntura para "mandar a su puto país" a esos extraños, que fueron clave para la construcción, crecimiento y desarrollo de sus países. Extraños que han cotizado en seguridad social y la han usado menos que los propios ciudadanos. Extraños deshumanizados, tratados como cosas y en muchos casos esclavizados. El italiano en Inglaterra ya no es el hermano italiano, sino el puto italiano. El rumano en Italia es cada vez más el estorbo mayor del reino. Y todo, por unos malditos criminales vestidos de traje y corbata que se suben al estrado para engañar y lavar cerebros. Saben muy bien dónde atacar: Obreros! Si expulsais al inmigrante vosotros seréis contratados! Hay que echar a ese jodido estorbo que viene imponiendo su Islam y nos jode a los demás!

Estos antioradores están ganando adeptos a su causa, y se teme que en las elecciones europeas se conviertan en la tercera fuerza política de Europa, por encima de la izquierda.
Europa cada vez vira más a la extrema derecha. Se vio con Le Pen, con el FNÖ austriaco, la Liga Norte italiana, el Vlaams Belang flamenco, y ahora amenaza el BNP inglés. Temo que Democracia Nacional siga el mismo camino.

Hay que parar esto. Hay que salir a la calle y contrarrestar su poder en la sombra, cada vez más extensa y oscura. Hay que desprestigiar su creciente legitimación. Hay que recordar que son los mismos que llevaron a Europa a la guerra en los 40. Pero con una diferencia, y es que la extrema derecha ahora mismo es la que más ha explotado el europeísmo. Y eso es lo que me da miedo.
En las próximas elecciones europeas, hay que votar, a quien sea menos a estos. Hay que enseñar al mundo que Europa no vuelve a recuperar fantasmas del pasado, y que el europeísmo no es algo xenófobo, sino integrador, multicultural y plural.

Hay que votar para Europa, aparte de otras razones, por esta.

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