jueves, 13 de noviembre de 2008

Gazprom, escudos antimisiles y demás solivianteces

Gazprom quiere hacerse con el 20% de Repsol. Es decir, el Gobierno ruso quiere hacerse con parte de una de las grandes petroleras europeas, extendiendo así su control sobre los recuros energéticos en el Continente, y forzando a las instituciones comunitarias a sucumbir a su magnificiencia. Esto es así por una sencilla razón: ellos quieren comprar, pero no dejan vender parte de Gazprom a compañías europeas, lo que sería una reciprocidad, además de ser algo bastante lógico que se deba exigir. Sin embargo esta reciprocidad iría en contra de ese monopolio energético que Rusia pretende en Europa.
Georgia, Ucrania, Gazprom, modificación de la Constitución para mandatos de seis años en vez de los actuales cuatro... todo me suena a lo mismo, a una palabra que ya ha usado Ryszard Kapucisnki para denominar a Rusia: Imperio. Rusia es un Imperio regional que quiere mantener a raya a aquellos que le puedan tutear en su área de influencia, antes de que quede reducida a lo interior de las fronteras de su propio país. Es un Imperio porque se siente como tal, con la necesidad histórica de acabar cayendo en manos de un autócrata de diverso tipo (monárquico, comunista, y ahora burocrático-militar). Pero también es un Imperio a la hora de tratar con prepotencia a su vecinos menores, y con cuasidesprecio a sus vecinos más grandes.
Sin embargo, la causa que está favoreciendo la gestación de tal Imperio, aparte del afán de poder de una élite todopoderosa rusa, es la amenza. Favorece la gestación de esas políticas tan amenazadoras y agresivas porque la amenaza externa les permite justificarlo. Por poner un ejemplo, no atacaron a Georgia hasta que ellos atacaron. Pero una vez atacados sus aliados osetios, sacaron las castañas del fuego e hicieron lo que estaban esperando hacer tanto tiempo: darles caña.
Rusia está justificando su mano dura por la presencia de mano dura frente a ellos, y gran parte de culpa de esa situación en tensión es el escudo antimisiles americano. Hoy, curiosamente, Berlusconi ha dicho que ese escudo envalentona a los rusos, y aunque me cueste decirlo, solo de pensarlo me salen sarpullidos, Berlusconi tiene razón. No nos engañemos, no va contra Irán o lo que sea, va contra Rusia. Es una manifestación de la demencia por buscar un enemigo eficaz que tienen los halcones yankis para justificar su estado de guerra constante, pieza fundamental para mantener el Imperio Americano. Sin embargo, ese mismo escudo es el que justifica a los halcones rusos sus acciones duras y sus amenazas ante las intromisiones americanas, justificando dentro de Rusia toda acción que hagan para salvar a la Madre Rusia de cualquier amenaza.
La principal amenaza de esa madre Rusia hoy en día es la influencia de Europa en sus vecinos, y en ella misma. Por eso, intentan buscar un contrapeso suficientemente poderoso como para disuadir a los europeos más intromisión en su "espacio vital" mediante el control absoluto de la energía en Europa. Por eso Gazprom quiere Repsol, no por motivos económicos -que los habrá-, sino por motivos geoestratégicos.

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